miércoles, 2 de febrero de 2011

LECTURA Nº3: “ANTI-DURING”, F.ENGELS.

El texto comienza hablando de la concepción del mundo entendida como una serie de principios que explican la conducta humana. Los principios que inspiran la conducta de los sujetos están explícitos en la cultura, ésta, contiene un conjuntos de afirmaciones acerca del mundo físico y de la vida.
Hasta el siglo XIX, las concepciones del mundo, solían presentar unas pautas bajo la forma de credo religioso y moral. Las ciencias positivas acabaron con la filosofía sistemática. La concepción del mundo pretendía ser un saber real del mundo con la misma positividad que la ciencia. Esta aspiración se puede decir que cayó en el fracaso a mediados del siglo XIX con la disgregación del sistema filosófico de Hegel. (“antiduring”).
La filosofía sistemática, según Engels, no daba seguridad al hombre ya que carece de un conocimiento intersubjetivo y es incapaz de realizar previsiones exactas en contraposición del conocimiento positivo, que se constituyó durante la Edad Moderna y que marcó la fecha de caducidad de la filosofía sistemática tradicional.
Aun así, la concepción del mundo contiene afirmaciones sobre cuestiones, que no pueden ser resueltas a través de la verificación o falsación empírica.
Para Engels, a pesar de que el programa de  la ciencia positivista no tenga nada que ver con la concepción del mundo, el científico, inconscientemente, puede someterse a la concepción del mundo que impera en su sociedad.
Después, pasa a hablar acerca de la concepción marxista del mundo, concepción materialista cuya aspiración es acabar con las obnubilación de la consciencia con la presencia de factores no reconocidos e idealizados en la conducta del sujeto. Es una concepción explícita y no considera sus elementos explícitos como un sistema del saber superior al positivo.
El nuevo materialismo para Engels es una concepción del mundo y no una filosofía que se sustenta en ciencias reales. Queda superada la filosofía en cuanto a su forma y preservada en cuanto a su contenido real. La concepción de lo filosófico queda por tanto como un nivel del pensamiento científico para la inspiración y reflexión del investigador sobre sus resultados. Esta concepción no queda por encima de la ciencia.
La filosofía sistemática sostiene sin embargo, que no hay conocimiento por encima del positivo. Dado que el punto de partida y de llegada ha de ser la ciencia real, la concepción del mundo solo puede querer explicitar la motivación de la propia ciencia. Esto es lo que en la filosofía clásica se denomina “inmanentismo”. La explicación de los fenómenos tiene que ser buscada en otros fenómenos no en algo ajeno o superior en el mundo. El inmanentismo que se identifica bastante con la concepción marxista del mundo, se basa en la idea de que el mundo tiene que explicarse por sí mismo. El materialismo y la dialéctica constituyen dos principios fundamentales según Engels de la concepción comunista del mundo.

La dialéctica se inspira en las limitaciones en el hacer científico-positivo. En la ciencia positiva se sigue el principio del materialismo utilizando una metodología analítica-reductiva que elimina las formaciones complejas y cualitativas para centrarse en lo esencial al manejo de las relaciones cuantitativas. Esto hace que el análisis reductivo penetre muy eficazmente en la realidad ya que posibilita el planteamiento de preguntas muy exactas y la formación de conceptos más adecuados. Al prescindir de la parte cualitativa se pierde una parte de lo concreto, parte decisiva para la individualización de los objetos. El positivismo no suministra su totalidad y el campo del pensamiento dialéctico es, precisamente el de las totalidades concretas.
La concepción del mundo ha de proporcionar una comprensión de las totalidades concretas ya que la práctica humana a parte de penetrar en el análisis reductivo de la realidad, tiene que tratar de entender las concreciones reales, lo que la ciencia no puede recoger. En la dialéctica materialista se recupera lo concreto sin que intervengan más datos que los materialistas del análisis reductivo.
En conclusión, el análisis marxista, se propone  entender la individual situación concreta sin postular más componentes que los que resultan de la abstracción y el análisis reductivo científico. Por tanto, el nivel del análisis dialéctico constituye en nivel de la comprensión de las totalidades.

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